Las personas con alzhéimer pueden tener dificultad para comprender lo que está pasando con respecto a la pandemia del COVID-19. La recomendación es mantener siempre la disposición de escucharlas, comprender su confusión y procurar dar respuestas a sus inquietudes.

Aunque el compromiso cognitivo que presentan, no cambiará, la situación actual si podría contribuir a los cambios de conducta y humor y acentuar la irritabilidad, ansiedad y los problemas para dormir.

Por ello es importante, considerar algunas recomendaciones que desde el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN) le alcanzamos, para que el miedo, irritabilidad y/o ansiedad que podrían aparecer en su familiar con alzhéimer sean manejadas apropiada y oportunamente.

Aquí, la rutina ya establecida para cada caso será de gran apoyo. Es importtante, mantener los horarios regulares para las actividades del día, es decir, de higiene, comida, recreativas, sueño,  etc.

Definitivamente, las actividades de ocio son de gran soporte, como organizar juegos de mesa u otras; claro adaptadas a la capacidad de cada persona, así como motivar conversacione de contenido positivo, intentando evocar experiencias gratas en función de las costumbres e historias pasadas de nuestros seres queridos.

Otras de actividades recomendadas son las manualidades: colorear, recortar, realizar pequeñas reparaciones de objetos del hogar, etc., pueden ayudar que la persona con demencia permanezca entretenida y activa. También puede ayudar en el cuidado de las plantas y  mascotas en un momento de descanso e involucrarles a las tareas domésticas, de acuardo al grado de comprmiso de la enfermedad.

Otras actividades:

• Escuchar música, cantar, bailar. La música puede contribuir a mejorar el estado de ánimo,  disminuir la agitación y mantener la sensación de bienestar.
• Disfrutar del aire fresco y del sol a pesar de las limitaciones del confinamiento. De ser posible, observar la naturaleza: oír cantar a los pájaros, mirar los árboles, etc. desde la ventana, balcón o terraza del hogar.
• Emplear la tecnología para mantener contactos familiares y sociales. Las llamadas telefónicas,  videollamadas y otras herramientas tecnológicas nos pueden ayudar a relacionarnos con nuestros familiares y a controlar la ansiedad, irritabilidad, etc.
• Realizar actividad física. Se debe buscar la realización de actividades simples y seguras. Adaptar los ejercicios de acuerdo a cada persona y al espacio que se disponga.

Prevención:

Las personas con demencia pueden tener dificultades para comprender y recordar las medidas preventivas de higiene.  Requieren recordatorios adicionales o escritos para prácticas de higiene como el lavado de manos con jabón después de cada actividad. La higiene debe ser supervisada.

Si la persona con demencia no experimenta cambios, evite la asistencia a los hospitales. Si presenta mayor confusión que aumenta rápidamente, fiebre o dificultad para respirar, busque ayuda profesional. 

Lima, 6 de agosto 2020

Oficina de Comunicaciones