Es una forma de evaluación del funcionamiento de los establecimientos de salud, públicos y privados, para lograr que sus usuarios reciban una atención de mejor calidad, es decir, oportuna, completa, segura y con trato amable.
Esta prueba es realizada por evaluadores externos.
Con esto, se espera:
- Que todos los establecimientos acreditados cumplan con estándares mínimos de calidad.
- Que el personal de salud se interese y se motive para mejorar continuamente sus servicios.
- Que los establecimientos acreditados solucionen mejor las necesidades de salud de la población.
- Que las personas salgan satisfechas con la atención de salud recibida.
- Que la población cuente con información sobre la calidad de atención que brindan los establecimientos acreditados.
Los beneficios que trae este proceso son:
- Atención rápida, completa y cuando la necesiten sus usuarios.
- Mayor seguridad y menores riesgos de atención.
- Mejor solución para los problemas de salud de la población.
- Trato amable y respetuoso.
- Respeto a las creencias y costumbres de sus usuarios.
- Mayor información para un uso adecuado de los servicios.