- 20 Septiembre, 2016
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Si bien es cierto, la ciencia aún no ofrece cura para la enfermedad de Alzheimer, es importante entender que una detección temprana del deterioro de la memoria podrá retrasar la evolución de este padecimiento. “En el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN) estamos abocados a detectar el deterioro cognitivo leve”, refiere Rosa Velasco, neuróloga asistente del Departamento de Neurología de la Conducta.
La especialista explica que la detección tiene especial importancia en las etapas más iniciales del deterioro, debido a que existen herramientas sensibles para ello. Los déficits cognitivos solo pueden ser detectados a través de pruebas de memoria episódicas que son los mejores predictores neuropsicológicos de la enfermedad en la actualidad.
Acota que otros exámenes de apoyo al diagnóstico se hallan en las neuroimagenes (tomografía y resonancia magnética), estas pueden mostrar la atrofia de la corteza límbica y el lóbulo temporal, muy relacionados con la alteración cognitiva.
Gen relacionado con alzhéimer
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno progresivo degenerativo que afecta a la memoria, el pensamiento y la conducta. Se presenta con más frecuencia en la población adulta, aunque existen casos en edades tempranas como a los 40 años.
Los investigadores han descubierto varios genes que aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad. El más común, es el llamado apolipoproteína E (APOE), siendo el de tipo APOE-e4 el de mayor impacto. Todos heredamos una copia de algún tipo de APOE de cada padre. Quienes heredan una copia de APOE-e4 de uno de los padres poseen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, y quienes heredan dos copias, de la madre y del padre, el riesgo aumenta; sin embargo, no siempre la desarrollan.
Cifras
Según el informe mundial sobre el alzhéimer del 2015, elaborado por la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay cerca de 900 millones de personas de 60 años y más, se proyecta que entre el 2015 y el 2050 el número de adultos mayores aumente a un ritmo diferente, según el país de procedencia.
El aumento de la esperanza de vida está contribuyendo a que este incremento de adultos mayores se produzca con mayor rapidez. Asimismo, se estima que 46.8 millones de personas viven con demencia en el mundo. Estas cifras, esperan se duplique cada 20 años alcanzando los 74,7 millones en 2030 y los 131,5 millones en 2050.
Oficina de Comunicaciones Lima, 20 de setiembre de 2016
INCN